Chile es un país privilegiado en términos de biodiversidad. Desde el desierto de Atacama hasta los bosques templados del sur y los ecosistemas marinos que rodean nuestra extensa costa, alberga una gran variedad de especies y ecosistemas únicos en el mundo. Esta riqueza natural no sólo es fundamental para el equilibrio ecológico, sino que también sustenta nuestra calidad de vida, proporcionando aire limpio, agua, alimentos y recursos esenciales.
Sin embargo, la biodiversidad en Chile enfrenta múltiples amenazas, como la deforestación, la contaminación, el cambio climático y la expansión urbana. Protegerla es una responsabilidad compartida, ya que su conservación asegura la supervivencia de especies endémicas y la resiliencia de los ecosistemas ante los cambios ambientales.
Aprender de la biodiversidad nos permite comprender cómo funciona la naturaleza y cómo podemos convivir en armonía con ella. Muchas soluciones innovadoras en ciencia, salud y sostenibilidad provienen de la observación y el respeto por la naturaleza. Cuidarla es también cuidar nuestro futuro y el de las próximas generaciones.
AIEP y la biodiversidad
En AIEP comprendemos la importancia de la biodiversidad y promovemos su conocimiento dentro de nuestra comunidad. Buscamos que estudiantes, docentes y colaboradores reconozcan la diversidad biológica presente en nuestras sedes como también, fuera de ellas y valoren los espacios naturales que forman parte de nuestro entorno.
Como parte de este esfuerzo, realizamos un inventario de biodiversidad en cuatro de nuestras sedes (Antofagasta, Rancagua, San Joaquín, Temuco) basado en un levantamiento bibliográfico de avifauna y un censo de especies vegetales. Este trabajo permitió obtener registros precisos sobre la biodiversidad presente en nuestras sedes. Para la recopilación de datos, utilizamos iNaturalist, una plataforma especializada en el registro y divulgación de especies. Además, implementamos un Plan de Biodiversidad, que busca fortalecer iniciativas y proyectos destinados a la conservación y el conocimiento de nuestra flora y fauna local.
El informe resultante evidenció una rica diversidad de aves, con una mayoría de especies nativas. Se identificaron cinco especies endémicas y cuatro exóticas. Aunque la mayoría de las aves registradas están clasificadas en la categoría de «Preocupación menor», tres especies presentan un estado de conservación más delicado: el loro tricahue (Cyanoliseus patagonus), considerado vulnerable, junto con el pelícano peruano (Pelecanus thagus) y el cóndor andino (Vultur gryphus), ambos categorizados como casi amenazados.
Respecto a la vegetación, predominan las especies exóticas, principalmente plantas ornamentales. Sin embargo, se registraron ocho especies nativas o endémicas. Es importante señalar que en AIEP Antofagasta no se identificó presencia de especies vegetales.
Este estudio nos permite no sólo conocer mejor la biodiversidad que habita en nuestras sedes, sino también reforzar nuestro compromiso con su conservación y fomentar una cultura de respeto por el entorno natural en toda nuestra comunidad.